domingo, 17 de febrero de 2013

La Diabetes y la Insulina

Conozca la Relación entre la Diabetes y la Insulina


La diabetes es una condición en la cual el cuerpo o no produce suficientes cantidades de insulina o no utiliza adecuadamente la insulina. La insulina es una hormona producida por el páncreas y que es necesaria para el transporte del azúcar del flujo sanguíneo a las células para su uso como energía. La diabetes tipo 2 es el resultado cuando nuestros cuerpos se vuelven insensibles a la insulina y esto causa que nuestra azúcar en la sangre salga de balance. Por esta razón, debemos de hacer todo lo posible para seguir siendo sensibles a la insulina. Cuando somos sensibles a la insulina, nuestros cuerpos hacen mucho mejor el trabajo de trasladar la glucosa de la sangre a las células.
Varias hierbas, alimentos, vitaminas y minerales se ha demostrado que promueven la sensibilidad a la insulina y ayudan a mantener los niveles adecuados de azúcar en la sangre. El sulfato de vanadio aumenta la sensibilidad del cuerpo a la insulina. La gymnema silvestre es una hierba bien conocida útil en el control del azúcar en la sangre controlando los antojos de azúcar y nutriendo al páncreas.
El ejercicio también incrementa la sensibilidad a la insulina. Las personas que se dedican al atletismo se sabe que requieren menos insulina. Además de mejorar la sensibilidad a la insulina, el ejercicio nos ayuda a controlar nuestro peso y a reducir la grasa corporal. El control de peso es aspecto muy importante en el mantenimiento de la sensibilidad a la insulina.
Otro factor importante para mantener los niveles apropiados de azúcar en la sangre y para la sensibilidad a la insulina es una dieta saludable. Los carbohidratos complejos que se encuentran en la mayoría de las verduras, manzanas, cereales y frutos secos son lentos de digerir. Retardar el proceso de la digestión promueve los niveles saludables de azúcar en la sangre y evita los altibajos asociados con la ingesta de azucares refinados. También deberíamos evitar las grasas saturadas. Las grasas saludables contenidas en el pescado, aceite de oliva, y la linaza nos ayudan a mantener la sensibilidad a la insulina.
La diabetes tipo 2 es la forma más común de diabetes y resulta de la resistencia a la insulina. Los métodos anteriores han demostrado ser extremadamente útiles para mantener la sensibilidad a la insulina, promoviendo más bajos niveles de azúcar en la sangre, y evitando las complicaciones asociadas con la diabetes.